bueno, yo no era realmente
un
vagabundo, yo
tenía tarjeta de la biblioteca
y sacaba y devolvía
libros,
montones de
libros,
siempre hasta el límite de lo permitido:
Aldous Huxley, D.H. Lawrence,
e.e. cummings, Conrad Aiken, Fiódor
Dos, Dos Passos, Turgénev, Gorki,
H.D., Freddie Nietzsche,
Schopenhauer,
Steinbeck,
Hemingway,
etc.
siempre esperaba que la bibliotecaria
me dijera: “qué buen gusto tiene usted,
joven”.
pero la vieja
puta
ni siquiera sabía
quién era ella,
cómo iba a saber
quién era yo.
Bukowski
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