Comúnmente creemos que el fin es más
importante que los medios, y disculparás que use el ejemplo de manejar, lector,
pero es el que tengo más a la mano. Creemos que lo importante es llegar a
nuestro destino, pero no cómo nos llegamos ahí, es decir, no nos importa poner
la direccional para cambiar de carril, brincarnos la fila o una luz roja, etc.,
cuando en realidad no es únicamente llegar, sino cómo llegamos, porque al
actuar, predicamos ciertas conductas con nuestras acciones.
Si no consideramos los medios, lo
que se produce es un caos, cada persona preocupándose únicamente por sí misma;
pero al seguir ciertos principios de acción, creamos orden, una verdadera
sociedad.
La gente comúnmente dice ‘yo no
tengo nada que ver con peña’, y los criticaba, ahora veo que, sin darse cuenta,
lo que hacen es un ejercicio de ascetismo. Por mi parte pensaba qué podría tener
en común con tantas personas tan distintas que solo comparten los límites geográficos,
y me decía ‘yo no tengo nada que ver mas que con aquellas personas en las que
haya un esfuerzo por cambiarse a sí mismos’.
Creímos que el voto nos unía, y
sí, nos unió, pero de manera muy frágil, cuando nos preocupemos por obtener
ciertas cualidades, por educar a sus hijos, por compartir las cosas, por hacer
un esfuerzo interior por cambiar, entonces éstas harán surgir la verdadera
unión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario