El sentido común es un artículo
de primera necesidad y que cada vez escasea más.
Es esa cualidad que cuando tienes
que mover un librero te sugiere “¿por qué no le quitas los libros y cd, y así
haces que pese menos y evitas que alguno caiga y se maltrate?”, entre otras muy
valiosas.
Según yo, se requiere de cierto bienestar
emocional y claridad mental para poder hacer uso de él.
Para estimular su segregación en
casos de emergencia, por ejemplo en medio del tráfico, recomendaría respirar
profundamente, fijarse en la respiración, darse un minutito. En verdad es como
una valvulita que evita que la olla explote en la cara.
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