Hace tiempo,
entre nuestros múltiples desacuerdos y discusiones, una condiscípula, lourdes,
tuvo la amabilidad de regalarme las copias de un ensayo de simone weil, que
trataba sobre cómo buscar a Dios en los estudios. Mis disculpas a Simone si la
hago decir algo que no es, pero lo que recuerdo que proponía era que, para la
persona religiosa, los estudios podían ser una manera de buscar a Dios, no
importaba sacar dieces, sino esforzarse y dar lo mejor de uno, porque se lo
dedicaba uno a Dios.
Para mí estudiar
es dejar de tener miedo.
Es decir, es
este momento, el tema de mi tesis me ha permitido comprender muchas cosas. O
por lo menos enfrentarlas. El sexo es un tema particularmente espinoso y con
frecuencia he visto que personas en apariencia muy liberadas, en realidad es
que esconden mejor el conflicto. Y no es que yo sea la persona más liberada
o más sana. Yo también avanzo. Una vez vi un video de un niño que sobre la ropa
frota sus genitales en un perro. Pienso que antes me hubiera sacado mucho de
onda. Ahora solo veo la curiosidad del niño, sus impulsos que avanzan a
tientas, y la necesidad de encaminarlo.
Supongo que la
gente común antes huía de una persona con sida, ni siquiera estar cerca de él.
Pero la persona instruida conocería las maneras de contagio, y podría tratarlo
más justamente. Otra, también instruida y con más sensibilidad no tan solo
podría convivir con él, sino abogar por sus derechos arrebatados.
No somos
intelectuales, sólo personas que queremos vivir mejor.
2 comentarios:
Usted está como para dialogar con Chéjov http://pijamasurf.com/2013/03/8-cualidades-de-las-personas-verdaderamente-cultas-segun-anton-chejov/
gracias por el link, ms green.
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