6.2.12

¿De verdad no se puede hacer nada en la situación actual?

Hace unos días estaba en la biblioteca y sin querer me topé con un librito de El Fisgón que me ha parecido muy interesante:



(no encontré una imagen mejor)

Me parecía muy facilón por parte de las personas echarle la culpa de todos los problemas a calderón, pensaba "¿pero uds qué proponen?", y la legalización de las drogas por parte de algunos intelectuales se me hacía una propuesta igual de pendeja (por la razón de que la población, por todos los problemas sociales y psicológicos no me parece apta para hacer un uso, digamos, 'adecuado', de aquéllas). El librito me parece bien documentado y presenta un análisis muy interesante del problema.

Pondré más fragmentos del libro posteriormente, mientras dejo esto:
(entrecomillado aparecen algunos comentarios que dicen las caricaturas que aparecen en las viñetas)

En 1991, el teórico de la guerra, Martin van Creveld, publicó La transformación de la guerra, un libro que es lectura obligada de los oficiales de alto rango del ejército de EU. En él se plantea que, ante la inoperancia los grandes ejércitos, la población podría ser controlada mediante una guerra que manejaría una mezcla de propaganda y terror: las guerras de cuarta generación.
“En esta guerra, el principal campo de batalla es la cabeza de la población”.
“Todo parecido con lo que sucede en México en la era de Calderón son chingaderas”.
En las guerras de cuarta generación (también llamadas guerras asimétricas o guerras sin fusiles), las inoperancias militares son reemplazadas, o complementadas, por operaciones con unidades mediáticas y operativos psicológicos dirigidos por expertos en comunicación y psicología de masas.
Su objetivo es controlar ala sociedad mediante un bombardeo temático constante.
Entre las operaciones sicológicas básicas están:
1. Infundir miedo. Es la operación sicológica más vieja, y es más eficaz cuando se usa desde el poder.
“¡Te lo van a quitar todo! ¡Vana violar a tus hijas! ¡Son un peligro!”
2. Exacerbar el desánimo. Se promueve la idea de que luchar no tiene caso, de que no hay causas válidas y que toda lucha está derrotada de antemano.
“Por ejemplo, la idea de que todos los políticos son corruptos le sirve mucho…. a los políticos corruptos”.
3. La doctrina del shock. Para imponer medidas antipopulares se propagan noticias alarmistas; incluso algunos regímenes provocan hechos que desestabilizan a la población: se crea una crisis y como remedio se presenta la medida que se quiere introducir.
“Parece un disparate, pero, por ejemplo, para militarizar el país, podría declarar una guerra contra el narco”.

1 comentario:

Lourdes dijo...

Qué buen texto. Creo que me cuento entre los inocentes. Espero los siguientes posts. :) Saluditos