Ta bueno el calorcito.
Asu, prendes el ventilador y techa el aire caliente.
No me quité el suéter ni el chaleco porque me da flojera cargar.
Ya siento cómo se recuperan mis hemorroides.
Ya nos veo a los cuatro encuerados en la playa.
Al rato las aguas ciel en tu casa, no?
Traigo el calzón de abatelenguas.
No se puede cagar a placer, suda uno como pueeeerco.
No, no me molesta srita., puede andar ud. en calzones en la oficina.
Por el olor de su axila, ud. se acaba de comer unos tacos.
Fácil estamos a 1200 grados F, cagado.
Qué feo se visten las mujeres en esta época del año, verdad, sr. chofer?
Me dejó la mano llena de gel antibacterial.
Siento que me desgüito, necesito un suero vida oral con clamato.
Alguien babeó el zapatófono.
Traigo bien sudado el occipucio.
Échame mi jorongo, chingue su madre.
Chingones los asientos de piel. Pásame la espátula.
18.4.11
8.4.11
Sobre el ser
Hegel decía que el ser que parecía demasiado a la nada; pienso que esto es muy importante, recordarlo. O bueno, igual y leer el libro.
Por su estructura, el ser se divide en tres partes: ‘s’, ‘e’ y ‘r’.
El ser, como quien dice, es el anfitrión de las ideas, por eso le toca pastel hasta el final.
‘No hay que ser’, frase que muestra la confusión entre amabilidad y nihilismo en la mexicanidad.
'El ser en tanto que ser' es una buena frase para comenzar, es como una espada láser que al sacarla todos se quedan quietos, temerosos de un piquete.
Parménides hablaba de la inmovilidad del ser, Heráclito escuchaba Chico Ché y sentía moverse todo su ser, por eso lo refutaba diciendo ‘τον ανάγκασαν να εγκαταλείψει τις φίλαθλες τάσεις του καθηλώνοντας’, o sea, ‘qué culpa tiene la estaca, si el sapo….(8)’.
La diferencia entre ontología y metafísica es que la primera no lleva ‘h’ al principio (recordarlo) y la segunda trata más bien sobre secretos de cómo ser feliz, el manejo de la energía y ser positivos (como Comte).
Ayer estaba en la banqueta comiéndome un tamal ranchero, desos de hoja de plátano con mi Jarritos de mora azul, cuando pasó una minifalda, por fin comprendí cómo está eso de que la ontología antecede a la epistemología ‘las nylon son la ley’.
Por su estructura, el ser se divide en tres partes: ‘s’, ‘e’ y ‘r’.
El ser, como quien dice, es el anfitrión de las ideas, por eso le toca pastel hasta el final.
‘No hay que ser’, frase que muestra la confusión entre amabilidad y nihilismo en la mexicanidad.
'El ser en tanto que ser' es una buena frase para comenzar, es como una espada láser que al sacarla todos se quedan quietos, temerosos de un piquete.
Parménides hablaba de la inmovilidad del ser, Heráclito escuchaba Chico Ché y sentía moverse todo su ser, por eso lo refutaba diciendo ‘τον ανάγκασαν να εγκαταλείψει τις φίλαθλες τάσεις του καθηλώνοντας’, o sea, ‘qué culpa tiene la estaca, si el sapo….(8)’.
La diferencia entre ontología y metafísica es que la primera no lleva ‘h’ al principio (recordarlo) y la segunda trata más bien sobre secretos de cómo ser feliz, el manejo de la energía y ser positivos (como Comte).
Ayer estaba en la banqueta comiéndome un tamal ranchero, desos de hoja de plátano con mi Jarritos de mora azul, cuando pasó una minifalda, por fin comprendí cómo está eso de que la ontología antecede a la epistemología ‘las nylon son la ley’.
5.4.11
lick your cigarette, then kiss me
Dicen.
Dicen que es lo más rico, que después de ahí
sólo morir.
Dicen que una mujer en camiseta
no trae nada abajo
y que si te asomas
puedes distinguir su ombligo hecho nudo.
Dicen que una mujer en camiseta
te anuncia sus pezones
y ese acontecimiento histórico
que significa levantarse la camiseta
y enseñar al mundo sus senos.
Dicen que una mujer en camiseta
no hace trampas.
Que simple y llanamente se contempla
frente al espejo
y tortura a los testigos,
a los que la miran desde la ventana.
Que se chaquetean.
E.R.
Dicen que es lo más rico, que después de ahí
sólo morir.
Dicen que una mujer en camiseta
no trae nada abajo
y que si te asomas
puedes distinguir su ombligo hecho nudo.
Dicen que una mujer en camiseta
te anuncia sus pezones
y ese acontecimiento histórico
que significa levantarse la camiseta
y enseñar al mundo sus senos.
Dicen que una mujer en camiseta
no hace trampas.
Que simple y llanamente se contempla
frente al espejo
y tortura a los testigos,
a los que la miran desde la ventana.
Que se chaquetean.
E.R.
3.4.11
y yo con mi cara de ¿este camión pasa por la calzada de Tlalpan?
Franny se quitó la mano de la frente.
-Lane, por favor, no seas así.
-Yo no estoy....
-Estoy perdiendo la cabeza -dijo Franny-. Estoy harta de yo, yo, yo. Mi yo y el de los demás. Estoy harta de que todo el mundo esté siempre tratando de llegar a un sitio, de hacer algo importante, de ser interesante. Es repulsivo...., lo es. No me importa lo que digan los demás.
Lane enarcó las cejas al oír esto y se apoyó en el respaldo, a fin de disparar mejor su dardo.
-¿A que te asusta la competencia? -insinuó con estudiada lentitud-; no sé mucho de estas cosas, pero apuesto doble contra sencillo a que un buen psicoanalista, uno bueno de veras, interpretaría eso que has dicho....
-No me asusta la competencia. Muy al contrario. ¿No te das cuenta? Lo que me asusta es tener que competir, eso es lo que me asusta. Por eso dejé la sección teatral. El que esté tan acostumbrada a aceptar las conclusiones ajenas, el que me gusten los aplausos y la popularidad no quiere decir que tenga yo razón. Me da vergüenza. Estoy harta. Harta de no tener el valor de ser un Don Nadie. Estoy harta de mí misma y de todos los que quieren impresionar a la gente. -Hizo una pausa y bruscamente cogió el vaso de leche y se lo llevó a los labios-. Ya lo sabía -dijo, volviéndolo a posar-. Es algo completamente nuevo. Los dientes me hacen daño. Castañetean. Casi rompí el vaso en el que estaba bebiendo anteayer. A lo mejor es que estoy completamente loca y no me doy cuenta.
D.S.
-Lane, por favor, no seas así.
-Yo no estoy....
-Estoy perdiendo la cabeza -dijo Franny-. Estoy harta de yo, yo, yo. Mi yo y el de los demás. Estoy harta de que todo el mundo esté siempre tratando de llegar a un sitio, de hacer algo importante, de ser interesante. Es repulsivo...., lo es. No me importa lo que digan los demás.
Lane enarcó las cejas al oír esto y se apoyó en el respaldo, a fin de disparar mejor su dardo.
-¿A que te asusta la competencia? -insinuó con estudiada lentitud-; no sé mucho de estas cosas, pero apuesto doble contra sencillo a que un buen psicoanalista, uno bueno de veras, interpretaría eso que has dicho....
-No me asusta la competencia. Muy al contrario. ¿No te das cuenta? Lo que me asusta es tener que competir, eso es lo que me asusta. Por eso dejé la sección teatral. El que esté tan acostumbrada a aceptar las conclusiones ajenas, el que me gusten los aplausos y la popularidad no quiere decir que tenga yo razón. Me da vergüenza. Estoy harta. Harta de no tener el valor de ser un Don Nadie. Estoy harta de mí misma y de todos los que quieren impresionar a la gente. -Hizo una pausa y bruscamente cogió el vaso de leche y se lo llevó a los labios-. Ya lo sabía -dijo, volviéndolo a posar-. Es algo completamente nuevo. Los dientes me hacen daño. Castañetean. Casi rompí el vaso en el que estaba bebiendo anteayer. A lo mejor es que estoy completamente loca y no me doy cuenta.
D.S.
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