3.6.08

¿Quién se la sabe?

y entonces el cotorro dijo:
-No le jalen!, que falto yo.

3 comentarios:

Don Polo dijo...

Esta madre se chinga fácil al dinosaurio de Monterroso.
Se presta al análisis de la semiótica tensiva, desde el cual se sugiere que el plumífero sufría de catarro intestinal.
Qué bueno es recordar esta historia. Gracias, Tenenbaum.

Armandís de Mina dijo...

Uy, no sé, porque antes de Monterroso los dinosaurios trasnochadores prácticamente no existían ni en la literatura ni en el imaginario colectivo, que le dicen.

Más sin entonces, sí había oído múltiples referencias a plumíferos con la vena cacaria un poco suelta o, incluso, constipada.

Sin en cambio estoy de acuerdo con lo de la semiótica tensiva que acota don polo, y me gustaría apostillar, por el bien del lector, que la hermenéutica podría ser de utilidad para un examen posterior; adicionalemte, mi maestro de psicoanálisis y literatura acordaría conmigo si dijera que el cotorrito mencionado tiene complejo de edipo.

El Clavado dijo...

pues sí tiene que ver con la semiótica tensiva, con gadamer y el escándalo sokal, pero de manera más exacta es lo que aparece diciendo el resortes en un ingenioso juego de edición en chiquidrácula.

julio aldama, you rascal!