con un saludo pa'l hoil
Los estados
unidos son una cultura cuantitativa. Producción, pragmatismo, time is money,
live the life at the fullest.
El alumno estadounidense asiste y participa en clase, hace la tarea, escribe ensayos, presenta exámenes, y por ello cree que se
merece un diez (o una A, mejor dicho), pero deja de lado la asimilación del
conocimiento. Cree que por haber hecho el proceso, sabe. Y no es así.
Otro ejemplo se halla en dos directores de cine ganadores del oscar. james cameron
y kathryn bigelow. Ambos han ganado mejor película, es más, titanic incluso
igualó una marca en cuanto a premios ganados; pero después verlas uno siente estafado.
Tienen mucha producción pero son obras de arte huecas. the hurt locker, a pesar de todos sus recursos, es una película
prescindible. Si alguien siente que le reveló lo terrible que es la cotidinidad
para alguien que regresó de la guerra, debería ponerse a buscar cine de calidad. Y ambos directores
sentían que merecían ese reconocimiento a mejor película. ¿De dónde saco esto?
De su emoción al recibir el premio. Puede verse al respecto el discurso de
aceptación de kathryn. Si en verdad somos críticos con su película, lo
terrible no es que trate el sufrimiento del soldado, sino que no se
ocupe de la enfermedad de los estados unidos, que necesita guerras.
Tal actitud se
extiende a otros terrenos. La imaginación y la espontaneidad no tienen cabida
en este paradigma pues no son controlables. Brasil ya no “juega bonito”. Antes
se escribía a la luz de las velas en la pobreza y la desesperación, y ahora hay
becas universitarias para hacerlo. El arte es algo más que una disciplina que
se ejecuta bien.
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