12.2.13

Servicio a la comunidad


Nunca recomendaría estos libros, si puedo evitarte la pena, lector, habrá valido la pena escribir esto:

  • “Expedición a la violencia”, de Santiago Genovés: (¿antropología, psicología?) qué libro tan de hueva, no dice nada profundo y a veces encabronan sus simplificaciones.
  • “la nada cotidiana”, de Zoé valdés: no haré un chiste acerca del título, pero tampoco justificaré, sólo diré que ni siquiera la cogida está buena.
  • “la sombra del caudillo”, de Martín luis guzmán: puta madre, ¿cómo podemos presumir este libro!, está bien culero, los personajes muy mal caracterizados, el estilo es chafísima.
En cine no recomendaría:
  • “el discreto encanto de la burguesía”: Buñuel tiene cosas surrealistas muy chingonas, pero esta película no mames, es muy aburrida, si se pueden dormir aprovecharán las dos horas que dura.
  • ‘"El desprecio"’ (le mépris) y "alphaville" (lo mismo, pero más barato), de godard: valen verga las dos, al verlas uno siente que pierde el tiempo. No sé cómo ganó el oso de Berlín en el 65 la segunda. Tienen unos errores de realización que uno dice no mames. En "el desprecio" al principio hay una traductora que dice la frase antes de que la persona para que trabaja la haya pronunciado, para un director que según considera los colores del decorado para introducir un cambio de atmósfera, esto se me hace muy descuidado. Una vez leí una frase que decía algo así como ‘godard para los snobs’. Y hasta el momento sí.

5.2.13

breve digresión sobre lecturas 2013


Hace rato estaba pensando en qué lecturas quiero hacer este año, aparte de las obligatorias. Los miserables (antes de ver la película, porque leí el callejón de los milagros y ya no me pareció tan buena la película, de hecho el personaje de salma en la película es bastante simplón, y en la novela es muy calculadora y cabrona, y el final en la novela es una tragedia más chipocluda; sobre los miserables, vi algo así como que Baudelaire dijo que algunas de sus páginas quedarían para siempre), terminar la trilogía que empecé de balzac (quién sabe por qué he escuchado decir que es cansado, aunque es casi puro estilo indirecto, la verdad se lee de manera muy ágil y su realismo está empapado de romanticismo; además, para el análisis de la ambición es chido, me parece haber leído que para comprender esa época Lukács recomendaba mejor leer a Balzac que los libros de historia) la regenta, al filo del agua, los buddenbrook (porque no la leí cuanto tenía que), y en eso consideré la Biblia y eso me hizo pensar en otras cosas.
                La verdad sí me molesta cuando un ateo se cacarea diciendo que, porque es un ser racional, es ateo; eso implicaría que los que somos creyentes no podemos ser inteligentes ni cultos. A partir de mi experiencia como lector de la Biblia puedo decir que está cabrón leerla, dejando la cuestión del volumen aparte, porque se puede decir de ella lo que opinaba Kierkegaard sobre la religión “no está dirigida a personas estúpidas, sino que es la más difícil de todas las cosas, aunque absolutamente accesible y muy necesaria a todo el mundo”. Y bueno, si nos ponemos narratológicos, pues hay mucha tela de dónde cortar.
                Hay una idea que he encontrado a la vez en lichtenberg y en hesse, y es que los libros nos devolverán nuestra imagen, ellos nos darán lo que nosotros sepamos darles. Y pienso que así es con la Biblia, quien solo halle un libro hecho por humanos y lleno de contradicciones es porque hasta ahí puede ver. Así, de plano y sin pretender insultar. Pero sí creo que quien se aproxime con ganas de aprender de ella y las herramientas que haya podido obtener en la vida verá recompensado su interés.